La violencia contra las defensoras de derechos humanos y lideresas sociales en Colombia aumentó un 50% durante 2019, según datos de Naciones Unidas. Violencia política, racismo, machismo y empobrecimiento son algunos de los riesgos a los que se enfrentan.
“Una lideresa social es una persona que aporta a la sociedad, que hace cosas para que la gente que la rodea esté bien”
-Julia Susana Mena, integrante de la Comisión de género del Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del Atrato (COCOMACIA), organización a la que SweFOR acompaña en el departamento del Chocó.
Julia explica qué significa embarcarse en un proceso del cual se siente muy orgullosa, motivado por la lealtad hacia otras mujeres y por la necesidad de hacer pedagogía para que ellas conozcan sus derechos. Muchas veces, el riesgo por ser mujeres se ve agravado por el hecho de ser indígenas o afro. En departamentos que han sufrido y siguen sufriendo el conflicto armado en primera persona, como el Chocó, fenómenos como el desplazamiento forzado tienen un alto impacto en las mujeres.
“Cuando matan a los esposos, las mujeres quedan al cargo de la familia como madre y padre”, añade Julia Susana Mena, quién además señala la doble victimización sufrida en caso de sufrir violencia sexual: “se culpa a la mujer y se la señala por dónde estaba y por qué iba vestida de tal forma”.
1.399 agresiones a lideresas y defensoras de derechos humanos entre 2013 y 2019, las cuales van desde las expresiones sexistas, la judialización, el robo de información y la amenaza hasta la desaparición forzada, el abuso sexual, el atentado y el asesinato
La pandemia de COVID-19 ha supuesto riesgos adicionales para las lideresas sociales en Colombia, como la violencia intrafamiliar y el empobrecimiento. “Esta pandemia ha sido una guerra nueva, no solo por un virus que ha matado a gente, sino por la propia gente que ha generado más violencia”, puntualiza Julia Susana. Asimismo, Sisma Mujer –organización a la que SweFOR acompaña-, ha denunciado el impacto del confinamiento en cuanto a violencia machista e intrafamiliar.
Doblemente vulnerables, por ser mujeres y por sus liderazgos. El informe Defensoras: voces de vida y resistencia de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (LIMPAL), el Programa Somos Defensores, Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, GPaz y Sisma Mujer, recoge 1.399 agresiones a lideresas y defensoras de derechos humanos entre 2013 y 2019, las cuales van desde las expresiones sexistas, la judicialización, el robo de información y la amenaza hasta la desaparición forzada, el abuso sexual, el atentado y el asesinato.
Estas organizaciones alertaban no solo del incremento de las agresiones sino también el subregistro debido a la baja presencia del Estado en los territorios, los pocos o nulos mecanismos de seguimiento y la falta de un enfoque de género en los liderazgos sociales. Estas barreras, sumadas al miedo a ser violentadas otra vez en caso de denuncias, impiden conocer el número real de agresiones.
Colombia es el país en el mundo con más ataques contra líderes y lideresas ambientales, con 64 asesinatos en 2019