20 años acompañando a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos en Colombia

En ese entonces, y a petición de la Justapaz (Asociación Menonita por la Paz) y la Corporación Avre, se realizaron los primeros acompañamientos. Luego de veinte años, el primer informe interno de ese equipo revela algunas reflexiones que aún hoy motivan el acompañamiento:

En Colombia existe un conflicto armado desde hace mucho tiempo. Es un país enormemente grande con muchos actores y violencia en todos los niveles de la sociedad. Prevalece una impunidad casi total. Como siempre, la población civil ha sido la que más ha sufrido y ha quedado en el medio entre los distintos actores armados. El conflicto ha polarizado a la sociedad civil y el espacio para las organizaciones sociales es mínimo. La represión contra grupos organizados o comunidades que se niegan a apoyar a los grupos armados es dura y no hay un espacio imparcial donde puedan operar. Trabajar con los derechos humanos significa ponerse en peligro […] Además, la situación parece empeorar. En esta situación, existe una necesidad apremiante y una gran demanda de presencia internacional.

Actualmente, según los registros de Indepaz, la tasa de asesinatos a líderes y lideresas ha disminuido significativamente. Se podría inferir que es el resultado de múltiples factores: los procesos de paz y desmovilización de las AUC, posibles cambios en los intereses y estrategias de agresión, fortalecimiento de las rutas individuales, comunitarias y estatales de protección y cuidado, mecanismos de protección de la cooperación internacional, entre muchos otros. Develar las causas de dicha tendencia es una tarea compleja; requiere tiempo y la profundidad adecuada.

Informe «Violencia en Colombia – Informe Anual 2023», Indepaz. Asesinato de personas líderes y defensores de DDHH histórico 2002-2023

Aún con esta tendencia, no se debe soslayar la persistencia de otras formas de violencias contra las personas defensoras de derechos humanos que impactan de manera directa sobre su trabajo, su seguridad e integridad. La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad recoge las estadísticas, incluyendo asesinatos y otras formas de agresiones (amenazas, atentados, detenciones arbitrarias, judicializaciones, desapariciones y robos de información).

Elaboración propia, basado en los datos del SIADDHH del Programa Somos Defensores.
Nota: El valor de agresiones en 2023 es una proyección basada en el informe semestral enero-junio

La tendencia en alza, con una fuerte aceleración luego de la firma del Acuerdo de Paz entre las FARC-EP y el Gobierno Nacional en 2016, demuestra que la defensa de los derechos humanos es una labor de riesgo creciente.

El contexto colombiano ha evolucionado en estos 20 años de presencia, así como ha evolucionado el contexto global. Aunque los factores de riesgo, las formas y estrategias de violencias han cambiado, el objetivo continúa siendo el mismo: el de silenciamiento de esas voces que construyen paz, fortalecen las democracias, promueven la justicia y vigorizan la memoria de los pueblos. Los nuevos escenarios geopolíticos, guerras y conflictos, la impostergable superación del modelo de guerra contra las drogas, las crisis climáticas y las agendas de paz y estabilidad globales obligan la redefinición de las prioridades y estrategias de la cooperación entre países. No obstante, y como reconoce la Declaración de ONU Sobre las Personas Defensoras, la defensa, progresividad y promoción de los derechos humanos, y con ello la protección de quienes los defienden debe seguir siendo una prioridad, ya que tienen un rol clave al imaginar y hacer realidad un mundo donde caben todos los mundos, con justicia y en paz.

El trabajo que realiza SweFOR en Colombia, brindando acompañamiento internacional para la protección de personas defensoras de derechos humanos, sigue inspirado en un sentido ecuménico y teológico, algo que también se puede expresar con palabras como solidaridad, caminar lado a lado y compartir el pan. El acompañamiento es una afirmación de la vida en situaciones de riesgo, cuando ésta está amenazada por el odio, la avaricia y la arrogancia. Acompañar es comprender que cuando alguien sufre, todos sufrimos.(*)

En 2024 celebramos estos 20 años junto a las defensoras y defensores, y junto a todas las personas y organizaciones aliadas con quienes trabajamos mancomunados y en solidaridad. También con la Embajadora de Suecia en Colombia, Helena Storm, quien sostuvo que “la defensa de la vida no puede significar un riesgo para la vida y por ello el trabajo de las personas y organizaciones acompañadas por SweFOR es crucial para contribuir a la paz y el desarrollo sostenible en el país.”

En la celebración, Ingvill Breivik, Representante País de SweFOR Colombia, reflexionó: “Nos preguntamos si el acompañamiento internacional sigue siendo relevante o qué valor agregado podemos dar como organización sueca y personas internacionales en este contexto. La sociedad civil colombiana es fuerte, resiliente y muy organizada. Sin embargo, sabemos que también enfrentan grandes desafíos porque Colombia sigue siendo unos de los países del mundo donde es más peligroso ser persona defensora de derechos humanos. 20 años después seguimos recibiendo solicitudes de acompañamiento y eso nos dice que la presencia internacional en los territorios, al lado de la gente que defiende sus derechos, sigue siendo relevante.”

A 20 años de iniciar su trabajo en el país, SweFOR reafirma la apuesta de acompañamiento solidario, con admiración y respeto, caminando junto a quienes construyen la paz y un mundo más justo.

(*) SweFOR fue parte del Programa de Acompañamiento Ecuménico en Palestina e Israel  (EAPPI) del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). El CMI publicó en 2005 el texto “Theological reflections on accompaniment”, que forma parte de las bases conceptuales del modelo de acompañamiento de SweFOR.