El reto de ser lideresa social en Colombia - SweFOR - Movimiento Sueco por la Reconciliación

El reto de ser lideresa social en Colombia

Fecha: noviembre 17, 2020 | Categoría: Cocomacia, Colombia

La violencia contra las defensoras de derechos humanos y lideresas sociales en Colombia aumentó un 50% durante 2019, según datos de Naciones Unidas. Violencia política, racismo, machismo y empobrecimiento son algunos de los riesgos a los que se enfrentan.

La impunidad es el escenario principal en el que tienen lugar los homicidios contra defensores y defensoras de derechos humanos. Foto: SweFOR

“Una lideresa social es una persona que aporta a la sociedad, que hace cosas para que la gente que la rodea esté bien”

-Julia Susana Mena, integrante de la Comisión de género del Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del Atrato (COCOMACIA), organización a la que SweFOR acompaña en el departamento del Chocó.

Julia explica qué significa embarcarse en un proceso del cual se siente muy orgullosa, motivado por la lealtad hacia otras mujeres y por la necesidad de hacer pedagogía para que ellas conozcan sus derechos. Muchas veces, el riesgo por ser mujeres se ve agravado por el hecho de ser indígenas o afro. En departamentos que han sufrido y siguen sufriendo el conflicto armado en primera persona, como el Chocó, fenómenos como el desplazamiento forzado tienen un alto impacto en las mujeres.

“Cuando matan a los esposos, las mujeres quedan al cargo de la familia como madre y padre”, añade Julia Susana Mena, quién además señala la doble victimización sufrida en caso de sufrir violencia sexual: “se culpa a la mujer y se la señala por dónde estaba y por qué iba vestida de tal forma”.

1.399 agresiones a lideresas y defensoras de derechos humanos entre 2013 y 2019, las cuales van desde las expresiones sexistas, la judialización, el robo de información y la amenaza hasta la desaparición forzada, el abuso sexual, el atentado y el asesinato

Un contexto cada vez más peligroso

La pandemia de COVID-19 ha supuesto riesgos adicionales para las lideresas sociales en Colombia, como la violencia intrafamiliar y el empobrecimiento. “Esta pandemia ha sido una guerra nueva, no solo por un virus que ha matado a gente, sino por la propia gente que ha generado más violencia”, puntualiza Julia Susana. Asimismo, Sisma Mujer –organización a la que SweFOR acompaña-, ha denunciado el impacto del confinamiento en cuanto a violencia machista e intrafamiliar.

Doblemente vulnerables, por ser mujeres y por sus liderazgos. El informe Defensoras: voces de vida y resistencia de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (LIMPAL), el Programa Somos Defensores, Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, GPaz y Sisma Mujer, recoge 1.399 agresiones a lideresas y defensoras de derechos humanos entre 2013 y 2019, las cuales van desde las expresiones sexistas, la judicialización, el robo de información y la amenaza hasta la desaparición forzada, el abuso sexual, el atentado y el asesinato.

Estas organizaciones alertaban no solo del incremento de las agresiones sino también el subregistro debido a la baja presencia del Estado en los territorios, los pocos o nulos mecanismos de seguimiento y la falta de un enfoque de género en los liderazgos sociales. Estas barreras, sumadas al miedo a ser violentadas otra vez en caso de denuncias, impiden conocer el número real de agresiones.

Colombia es el país en el mundo con más ataques contra líderes y lideresas ambientales, con 64 asesinatos en 2019

En la misma línea, el último informe de Global Witness alertaba que Colombia es el país en el mundo con más ataques contra líderes y lideresas ambientales, con 64 asesinatos en 2019. Gran parte de ellos, contra personas indígenas y del Cauca, y relacionados con la presencia de grupos armados ilegales, el narcotráfico y la lucha por el control de los territorios. En el caso de las lideresas indígenas y defensoras medioambientales, se suma la discriminación del Estado y un machismo que sigue presente en las comunidades.
La impunidad es el escenario principal en el que tienen lugar los homicidios contra defensores y defensoras de derechos humanos. En diciembre de 2019, el Relator Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos alertaba en un informe que el 89% de tales asesinatos en Colombia no terminan en condena.