América Latina es la región que peor ha estado por el Covid-19 a nivel mundial. Y México, ya antes de esta pandemia, era el cuarto país más peligroso para defender los derechos humanos.
Durante la contingencia las violaciones a los derechos humanos no han cesado y la impunidad se ha mantenido en los mismos niveles preocupantes de años anteriores. Pero ahora, poco a poco el país se adentra en la nueva normalidad y tanto SweFOR México como las personas y organizaciones defensoras que acompañamos regresamos al terreno para volver a realizar la labor, ya de forma presencial.
En el contexto actual y durante estos meses de pandemia hemos observado grandes desafíos en materia de protección y seguridad de personas defensoras de derechos humanos a los cuales nos hemos tenido que adaptar de forma repentina. De nuestra parte hemos implementado algunas herramientas disponibles de manera novedosa, por ejemplo llevando a cabo acompañamientos virtuales y comunicativos cuando la presencia física no ha sido posible.
Una de las organizaciones que acompañamos, Comité Cerezo México, presentó su informe anual a fines de agosto. En conjunto con ACUDDEH y la Campaña Nacional contra la Desaparición Forzada, han documentado las violaciones a derechos humanos de personas defensoras cometidas por el Estado mexicano entre junio de 2019 y mayo de 2020.
En el informe Defender los derechos humanos en México, la impunidad no termina destacan que, a pesar de que la represión sistemática ha disminuido en comparación con otros años, sigue habiendo una gran falta de voluntad política para abordar las violaciones cometidas a nivel estatal, o perpetradas con anterioridad al sexenio actual. También señalan que en el 90% de los casos, aproximadamente, las violaciones fueron cometidas por autoridades estatales.
Desde SweFOR México visibilizamos los resultados del informe en una campaña virtual en redes sociales. A su vez, cuando integrantes del Comité Cerezo México vinieron a Chiapas realizamos un acompañamiento remoto de su presencia.
De la misma manera, se ha realizado un monitoreo frecuente con las personas y organizaciones acompañadas e incluso se ha llevado a cabo una gira de incidencia virtual en la cual se ha interlocutado con agentes a nivel estadual, federal e internacional.
Con la entrada paulatina en la nueva normalidad, tomando las medidas sanitarias correspondientes, hemos retomado algunas de las actividades presenciales. En este sentido, se ha acompañado al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas en su trabajo con personas privadas de libertad y sobrevivientes de tortura. También se ha logrado formalizar la relación con nuevas organizaciones acompañadas, como el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas.
Siguen habiendo muchos retos para las personas defensoras en México, de los cuales uno de los más recientes es la amenaza de la eliminación del fideicomiso del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, fondo que mantiene la independencia del financiamiento al mecanismo y permite otorgar medidas de protección a 1300 personas en riesgo.
SweFOR México seguirá trabajando para brindar protección y ampliar el espacio de acción de las personas defensoras a través de la observación internacional, respaldando la incansable labor de las personas y organizaciones que acompañamos.